jueves, 3 de junio de 2010

El Séptimo Arte de la Crueldad: Snuff Films (Primera Parte)


Desde hace 40 años los insatisfechos consumidores del cine más extremo y oscuro han soñado con poder encontrar el equivalente al Santo Grial de las películas sangrientas, allí donde la perversión y la crueldad real, sin límites, se transforma en única protagonista. Un ejercicio de cinematografía básica y minimalista en donde la carne (humana) es violada, torturada y mutilada hasta alcanzar el éxtasis sublime y final con la muerte en directo, sin trucos ni efectos especiales. Un detalle, éste último, que empañaría el auténtico sentido de llevar a cabo esta práctica, que intenta ser transformada en un acto lúdico y gratificante de total y absoluta veracidad. Se los llamó “snuff films” y su origen, de ser su existencia real, se remonta a antepasados mucho menos sórdidos y delictivos, pero que hicieron del sensacionalismo y lo prohibido una escuela que pavimentó el terreno a las perversidades fílmicas que se avecinaban, en pos de un realismo extremo, sin límites ni concesiones. Adentrémonos, entonces, en uno de los mitos urbanos más controvertidos y enigmáticos de este siglo.
MONDO FILMS
Las miserias, extravagancias y exóticas rarezas diseminadas alrededor del planeta animaron y sirvieron de inspiración a un grupo de avispados cineastas y productores italianos para crear un nuevo subgénero, pariente bastardo del cine documental que impactará y cubrirá las expectativas de un público voyerista de morbo exigente, fiel demandante de emociones fuertes y renovadas. Con este panorama, provisto de un abanico de posibilidades explotables, más que efectivo y tentador, nace el mondo, de la mano de Gualterio Jacopetti, Paolo Cavara y Franco Prosperi.
Este subgénero cobra vida oficialmente en 1962, con el estreno de Mondo Cane, film documental armado con un puñado de imágenes insólitas, shockeantes y curiosas registradas, generalmente, en exóticos lugares de diferentes partes del mundo con la intención de mostrar costumbres, estilos de vida y comportamientos del ser humano que se creían perdidos, olvidados o superados por el avance tecnológico y cultural del mundo moderno. Rituales religiosos y paganos que incluyen flagelación y laceraciones en el cuerpo de los penitentes, primitivas cirugías y extrañas modificaciones corporales., hábitos alimenticios revulsivos, sexo en estado salvaje y delicias similares, allí donde la civilización no extendió su influjo corrupto y restaurador. Generalmente, estas insólitas secuencias iban acompañadas por similares, pero del reino animal, haciendo un para nada sutil paralelismo entre ciertas conductas humanas y las de algunas bestias. Los rituales y estilos de vida de las culturas primitivas ocuparon un espacio muy importante en los Mondo Films. Las junglas africanas fueron, desde siempre, motivos de inspiración y misterio para los cineastas y en especial para los documentalistas.



Existen antecedentes de los que pueden ser considerados precursores del Mondo. Una de las primeras películas de este estilo era un falso documental de los ’30, llamado In The Land of the Headhunters. Otro antecedente de este estilo es Dangerous Journey, de 1944, mostrando supuestos rituales salvajes y ceremonias, pero fue desplazado en sensacionalismo por uno llamado Ingagi, que mostraba, en primer plano, a una tribu, completamente desnuda, sacrificando una mujer negra a un salvaje gorila.
El film causó un gran revuelo en su estreno, pero el escándalo duró poco cuando se supo que la víctima negra en cuestión era una actriz blanca maquillada y, tanto las locaciones como el gorila, no pertenecían a África, sino a un zoológico de Los Ángeles.
Un pionero de la explotación y en exhibir los primeros pre-mondo films, en los 40’ se llamó Kroger Babb, mostrando en uno de estos documentales el primer plano de una tribu del Congo cortando la cabeza de un buey para luego beber su sangre y, en otra escena, los miembros de la tribu embadurnando sus cuerpos con excrementos de animal para protegerse de los malos espíritus. El film, titulado Karimoja, provocaba la náusea de los espectadores, a los que se les ofrecía, con la localidad, una pastilla anti-vómito. Pero volvamos a los 60’s, donde Mondo Cane fue un indiscutido éxito de taquilla y se imponía como reina de un floreciente nuevo género. Sus realizadores no dudaron en poner manos a la obra en una secuela titulada, simplemente, Mondo Cane 2 que, a diferencia de su antecesora, el material usado para esta ocasión era sólo parcialmente real.

Sin embargo, no repararon en el fenómeno que habían generado y en la incontrolable horda de imitadores que traía consigo. Cualquier film con el título “Mondo” era, para los productores, sinónimo de audiencia asegurada. Una catarata de Mondo Films inundó el mercado cinematográfico: Mondo Macabro, Mondo Nudo, Mondo Infame, Mondo Pazzo, Mondo Balordo, Ecco, Taboos of the World, Secrets Pains Go Go World y muchísimos más.

Las películas seguían el estilo impuesto por Mondo Cane, aunque algunas comenzaron a focalizar su contenido en áreas muy fructíferas, acordes con el convulsionado momento socio-cultural que involucraba a los jóvenes norteamericanos y europeos de mediados de los 60’s. El amor libre, las drogas psicodélicas, la vida en comunidad y las prácticas esotéricas fueron temas centrales en muchos de estos films. Títulos como Mondo Mod y Mondo Tino reflejaban los códigos, vicios y costumbres de grupos adolescentes.

Mondo Hollywood, también titulada Hippie Hollywood: The Acid Glasting Freaks, tiene como particular rareza la aparición de Bobby Beausoleil, controvertido miembro de la familia Manson y, posteriormente, relacionado con los sangrientos crímenes del clan. Pero más allá de detalles anecdóticos como éste, el sexo era el gran gancho para mantener cautiva a la audiencia. Hubo títulos dedicados, en su totalidad, a este tema, mostrando aspectos exóticos, bizarros e innovadores en materia de prácticas y tendencias sexuales. Mondo Oscentia, Mondo Rocco, Hollywood World of Flesh, Hollywood Blue, Mondo Daytona, Mondo Exotica son solo algunas…

El circuito de la sexplotaition vio en éstas una buena oportunidad para lanzar al mercado un puñado de films de sexo, con la etiqueta Mondo en su título, pero que poco tenían que ver son el espíritu de genuino documental que caracterizaba al género. Sólo era un pretexto para mostrar escenas de desnudos y de sexo parcialmente explícito. De allí surgieron algunos rescatables: Mondo Keyhole, Mundo Depravados o Mondo Topless. Los 70’s no fueron un momento próspero para el género. La edad de oro de los Mondo Films fue indiscutiblemente en los 60’s, con más de veinte películas estrenadas. En los 70’s fueron dejados los viejos y exóticos tabúes atrás. Lo que antes parecía extraño, parecía ahora convencional. Mondo America fue uno de los pocos mondo films realizados a mediados de los 70’s y explora varios aspectos de la vida americana, con sus vicios y rarezas, desde una fábrica de consoladores, el backstage de un cabaret de lujo en Las Vegas hasta el rescate de un cadáver de un suicida en las heladas aguas de la bahía de San Francisco. Mondo America tuvo una tibia acogida por parte del público, lo mismo que otros films que le precedieron, tales como Catastrofe, Days of Fury y Mondo Magic. En los 80’s los Mondo Films pasaron a un total olvido, y sólo quedaron en el recuerdo de algunos pocos coleccionistas de rarezas y amantes del cine de culto. Sin embargo, y cómo no podía ser de otra forma, la tierra que los vio nacer rescató aquel espíritu de realismo sensacionalista, para crear un nuevo subgénero, materia ésta en la que los italianos son especialistas y líderes sin marco de competencia. Una tradición fílmica que data desde el neo-realismo, las comedias costumbristas, los pepluns (películas épicas sobre el período greco romano) y los spaghetti western. La cinematografía italiana se destacó, desde siempre, por construir su propio hábitat cultural, creando productos de características únicas e incomparables al resto de sus pares a nivel mundial. Los films italianos de caníbales son una irrefutable y contundente prueba de ello. Con Holocausto Canibal emerge la indiscutible punta del iceberg de este peculiar y nauseabundo subgénero.

Rescatando el abc básico de los Mondo Films, pero aggiornándolo a las exigencias de la época, la película se construye sobre la base de un falso documental, cuyo principal objetivo es mostrar al espectador imágenes sangrientas de extrema violencia y crueldad, teniendo como principal escenario la salvaje e impenetrable selva amazónica y a sus nativos, una tribu de hambrientos caníbales que se ven amenazados e invadidos por un grupo de desalmados documentaristas que dan rienda suelta a sus bajos instintos, masacrando y violando a los indígenas y grabando impunemente sus impunes actos, ante la mirada impotente de estos, quienes tomarán, luego, venganza, haciendo gala de sus más salvajes hábitos alimenticios, quedando la carnicería humana también registrada en el celuloide. El grupo de expedicionarios jamás llega a destino y son dados por desaparecidos. Tras su búsqueda, es rescatado el material fílmico de entre una pila de huesos humanos y, en una proyección privada, de vuelta a la civilización, se revela el horror de aquel viaje. La inteligente maniobra argumental, en base a un falso documental, dio lugar a su director, Ruggero Deodatto, a manejar una hábil estrategia de marketing, que le redituó en muy buenos resultados a nivel promocional y económico, aunque más de una prohibición y varios dolores de cabeza.

Deodatto llevó a tal extremo la inquietante condición de
cinema verité en la película (desprolijidades adrede en el encuadre, salto de imágenes, pruebas del equipo y similares) que gran parte de la audiencia y más de un crítico desprevenido creyó estar frente a un auténtico film snuff, controvertido tema con el cual se venía especulando en el ambiente cinematográfico en la década del ’70.


Para salir al cruce de las despiadadas y lapidarias críticas referentes al contenido extremadamente violento y revulsivo del film, Deodatto intentó dar una justificación coherente a semejante ejercicio de crueldad y sadismo: “La hice porque Italia estaba bajo la presión de las brigadas rojas, y mi hijo veía a todos aquellos muertos en televisión y me pedía que la apagase. Además, perdí a mi mujer en ese momento y empecé a preguntarme porque los periodistas hacían aquellos reportajes sin ningún respeto, pisoteando el dolor de las personas. Metí en esa película todo mi odio hacia la sociedad, ya que me encontraba en un momento difícil en mi vida privada y necesitaba salir de esa presión a toda costa. Holocausto Caníbal condena a los periodistas que hacen lo indecible por conseguir una noticia” Estas declaraciones, desbordantes de corrección, no salvaron a Deodatto de unos cuantos juicios, en los que fue acusado de depravado. Es difícil imaginar una acusación más leve por parte de las autoridades luego de ver el verdadero catálogo de atrocidades que componen Holocausto Caníbal: amputaciones, empalamientos, triple violación de una indígena, detallado despedazamiento de una tortuga y, por supuesto, escenas del más repulsivo canibalismo. A pesar de prohibiciones a nivel mundial, el film se transformó en un enorme éxito. Por ejemplo, en Japón, estuvo años en el segundo puesto de videos más vendidos, tan sólo por debajo de E.T., de Steven Spielberg y hoy es objeto de culto dentro de la cinematografía de horror. Tras el enorme éxito surgieron varios clones bajo su sombra y hasta un plagio, nunca reconocido, que hizo su aparición tres décadas después y prometía cambiar el curso del cine terrorífico, me refiero a El Proyecto Blairwitch, en el que se hace uso, descaradamente, de la temática del falso documental que Caníbal Holocausto impuso, y con muchos más cojones, a principios de los ’80. Aunque Caníbal Holocausto nunca ocultó su carácter de película de ficción, amén de algunas trapisondas de tipo promocional, y no pueda ser catalogada de auténtico snuff -a no ser que la muerte real de una tortuga pueda ser admitida en ese contexto- aportó su grano de arena a las innumerables especulaciones que desde siempre rodearon a este supuesto y clandestino subgénero. Sin duda, la pregunta del millón está enfocada en quién fue el encargado de difundir el rumor de la existencia de estos films. ¿De dónde surgió la posibilidad de que exista un mercado negro para posterior consumo de este tipo de material? ¿Alguien ha dado su testimonio fehaciente de su participación en ellos, o logrado ver alguno? Los primeros comentarios sobre el tema comenzaron a sonar con fuerza a principios de la década del ’70, tras los conmocionantes crímenes de Charles Manson y su clan. Luego del juicio y posterior condena, salieron a la luz algunos detalles relacionados con ciertas actividades internas que practicaba la familia.

Según cuenta el biógrafo Ed Sunders en su polémico libro The Family “hay temas asociados con el caso Manson que están impregnados de tal malignidad que su mero conocimiento es como una pesadilla”. Uno de estos temas sería la filmación de películas caseras de alto contenido erótico y sangriento. Vern Plumlee, una miembro del clan que no participó de los asesinatos, admitió haber estado en algunas de estas filmaciones: “Hacían películas caseras, y yo colaboré con la familia en ellas. Simplemente películas extravagantes” Cuál era el tema, le fue preguntado: “Bueno, simplemente cualquier cosa que se presentase, como, por ejemplo, si una persona estaba teniendo un trastorno en un viaje de ácido, lo filmaban. Y lo mismo con otras cosas grotescas”. Plumlee dijo que ellos poseían tres cámaras súper ocho, con las cuales filmaban. El interrogatorio continuó con películas de violencia, de éste tema manifestó: “Bueno, se ponían a bailar con cuchillos y simulaban que se estaban cortando unos a otros, o algo parecido. Realmente no le di gran importancia a la cosa. Era otra cuestión horripilante de las tantas que hacían”. Otro asociado con la familia describió independientemente, en una entrevista, lo que parecía ser la misma clase de película con simulación de cuchilladas, dando una descripción más detallada que su compañera: “Son aproximadamente siete minutos. Se trata de Charlie y todos los demás corriendo en círculo, empuñando cuchillos y dando vueltas. Y, de repente, embestían contra todo, con sus cuchillos; árboles, la propia casa, el suelo… Y así sucesivamente” Plumlee habló de varios amigos de la familia, que ayudaban en la elaboración de las películas “Uno era un tipo que se encargaba de revelarlas, en Granada Hills, al este del rancho Spahn”. Durante largo tiempo, las películas de la familia parecen haber sido de temas meramente sexuales.

El propio Ed Sunders, estando en Los Ángeles, simuló ser un productor newyorquino de pornografía ya que, en aquel entonces, se hablaba de poder comprar siete horas de un surtido de películas eróticas -incluyendo las pornográficas- de la familia. El precio era de U$S 250.000. Para la misma época corría el rumor de que un traficante de drogas de Los Ángeles vendía una película describiendo el asesinato ritual de una mujer a un famoso artista de Nueva York. También en una ocasión fue entrevistada una persona que estuvo cercana a la familia durante dos años y medio. Contó detalles que, de ser verdad -y parecen serlo- corroborarían la sospecha de snuff films producidos por Manson y su familia. Habló sobre unas películas que proyectaban de noche en los bosques, detrás del rancho. Venía a ser una especie de espectáculo al aire libre con varias películas proyectadas al mismo tiempo. Dijo que hacían sonar cintas grabadas, a modo de banda sonora. Como pantalla de proyección colgaban sábanas blancas. Alquilaron en lolos Ángeles cuatro o cinco proyectores de ocho milímetros, funcionando con baterías que permitían media hora de proyección. Las cintas exhibidas parecían ser reuniones de la familia, música, los ya descriptos bailes del cuchillo y abundante sexo. Pero también había “otras películas”. La persona entrevistada a continuación en el libro de Saunders prefirió permanecer anónima. Este personaje alega que se acercó a la familia en 1968 y que vio allí como miembros de una organización satánica y varios componentes de un oscuro club de motociclistas estuvieron involucrados con miembros de la familia en la filmación en exteriores de ceremonias de sacrificios rituales. Más adelante, declaró que las proyecciones de estas películas fueron exhibidas en secreto en el rancho Spahn.

Según esta persona, había tres clases de películas que, parece, contempló: danzas y temas sexuales de la familia, sacrificios de animales y sacrificios humanos. En la mayoría de las películas, declaró, muchos de los participantes vestían de color negro y llevaban cruces, aunque algunos de ellos vestían de blanco. Algunos llevaban capuchas negras y otros no. La película de los sacrificios de animales comenzaba con todo el mundo sentado en círculo y cantando. Esta es su descripción de la película del sacrificio.

Era como una de esas pesadillas. Empezaba con la gente sentada en torno. Eran aproximadamente las once de la noche cuando trajeron uno de los gatos... y empezaron los manejos. Todos sentados en torno y un tipo trajo algo con sangre y todo el mundo tomó un sorbo. Luego el tipo iba vertiendo sobre cada uno. Después trincharon un perro. A continuación trajeron una chica allí..., dos chicas. Les quitaron la ropa y vertieron la sangre del perro encima de las chicas. Ellos simplemente sostenían el perro en alto. Y cogieron a las chicas y pusieron la sangre
—y los cadáveres — todo encima de ellas. Y todo el mundo fornicaba a las dos chicas...; era una pareja, dos parejas... que estaban siendo, bueno..., de esto ya hace algún tiempo. Pero sí que recuerdo que todos tomaban tragos de sangre. Resultaba verdaderamente horroroso... Reconocí quizás a ocho o diez personas en aquella película. Gente que conozco, gente que vi venir al rancho, gente que en los fines de semana... Tenían dos o tres películas, similares a Ias que vi de ellos.
Más tarde señaló dos de las principales hembras Seguidoras de Manson como habiendo participado en el consumo de sangre, una de ellas realizando el acto sexual mientras le era echada encima sangre. Todo en la película.
Solamente he visto unos pocos sacrificios — dijo él
He visto una película con el perro. He visto una con el gato; ésta del gato fue de lo más horrendo.
Parte de la entrevista relacionada con el gato:
—Dónde fue?
—Al aire libre Esta es Ia de que le hablaba a usted, en la playa.
—Donde tenían el gato?
—Y el perro.
—En el mismo sitio?
—SI. Creo que tenian allí sus reuniones, mensuales. Las que celebraban al aire libre.
—Sabe qué playa era? MaLibu Beach?
—No. Es una playa privada, aproximadamente en Ia línea divisoria de los distritos de Los Angeles y Ventura. Está en la Carretera número 1.
—Cuál es el nombre de Ia casa?
—No es una casa. Es solamente una playa.
—Quién es el dueño?
—No lo sé. Nadie. Es como una playa privada. Ni siquiera sé a quién pertenece.
—Qué día del mes se reunían?
—Los miércoles.
—Luna llena?
—Luna llena, sea lo que fuere.
—¿Un miércoles sí y otro no?
—Algo parecido, pero solamente: he visto tres o cuatro películas de éstas y Ia del gato fue Ia más estúpida que he visto; era horrible. Cogieron petardos... cómo los llaman...?, M-80, los encendieron y ataron al gato sentado encima. Estallaron y el gato se desgarró. Así era de horrible. Nauseabundo.
—Qué hicieron con la sangre?
—Se untaban con ella y se echaban sangre por encima ellos mismos. Debían tener algo así como medio litro; se Ia pasaban de unos a otros y cada uno tornaba un sorbo. Aquellas películas eran verdaderamente horribles.
Facilitó también considerable información acerca de un cortometraje representando una victima, una mujer, muerta en la playa. Esta película, aseguraba, era parte de una más larga.
Fue interrogado inicialmente sobre si estaba enterado de tales filmaciones. Su respuesta fue:
—Yo... yo... sabia, yo sé... Yo solamente sabía de una película de >. Yo, pues, sabe usted...
—De cuál película de esta clase sabia usted? _-Solamente sé de una joven, tal vez de unos veintisiete, cabello corto..., si..., y le troncharon la cabeza, eso es...
—Dónde ocurrió?
—Probablemente en el campo, en alguna parte por Ia Carretera número 1, y la playa.
—Qué aspecto tenían? Quién estaba en la película además de la joven decapitada?
—No se veía el rostro de nadie. Solamente mostraba a todo el mundo vestido de negro, con la capucha negra...
.—Quiere decir capuchas negras con agujeros para los ojos?
—Eso es, y... pues...
—Qué más?
—Ya sabe, este tipo de largas ropas negras.
—Algunas cruces en ellas?
—No, todo era negro y con esta clase de cosas tiesas encima de sus caras, con rendijas, y ellos, bueno, aquella gente bailaba en torno. Nadie dijo nada de lo que era. Era una cosa corta, tal vez de cinco minutos.
—Qué aspecto tenla la joven? Cuál era el guión?
—Cuál era el qué?
—Cuál era el argumento? Estaba ella atada? Parecia estar de acuerdo?
—Ella estaba muerta. Estaba simplemente tendida alli.
—Ya estaba muerta?
—SI. Piernas abiertas. Estaba desnuda pero nadie ha fornicaba. Decían que su cabeza acababa de ser tronchada y ella estaba allí tendida.
—Así es cómo empezó la película? No proyectaron el verdadero sacrificio?
(Negativas con la cabeza.)
—Mostraban gente arrojando sangre por encima, todo alrededor del circulo
—Parecía como si alguien fuera el cabecilla?
—No, quizás era un trozo de película. Ya sabe lo que quiero decir, no es así? Pudo haber sido solamente algo tornado, pero que no montaron en alguna de las otras películas. Tardaba úricamente unos cinco minutos. Era simplemente algo breve. -
—Cinco minutos son miles de fotos. Me suena como una de las que ya conozco. Está incluida en el metraje que fue filmado este verano?
(No hay respuesta)
—En qué consistía el resto de la película?
—No lo vi. Yo solmente, sabe usted...
—Pelirroja?
—SI.
.—La cabeza estaba tirada alli mismo?
—Exactarnente junto al cuerpo.
(Hace una demostración con su propia cabeza.)
—Cuánta gente habia en la película con ropas negras?
—Cinco. Formaban círculo alrededor del cuerpo.
—Había una fogata de campamento?
—La fogata llegaba aproximadamente aquí (señala con la mano la altura) y se podía ver a unas cuantas personas caminando en torno.
—Las demás personas llevaban también túnicas?
—Podia ser la continuación de otra cosa, pero yo no... Era una clase de película interesante. (!!!).
—Estaba ella tendida en una roca?
—No, estaba justamente en una playa.
—En la arena?
—Si. Resultaba exactamente algo horripilante.
—Tenia aquello aspecto de una zona resguardada, bien a cubierto de miradas?
—Caramba, hombre, no se pueden hacer cosas de este género, a menos que la zona esté bien protegida.
—Cree que es aquel sector de playa en la Carretera número 1 donde está el restaurante?
—No lo parecia, quiero decir que habia tanta are... Bueno, ya sabe, uno puede generalmente reconocer un sitio Si lo ha visto, y a la vez reconocer que aquel no es ci sitio... Pudo haber sido en algún otro lugar a lo largo de la Número 1; pudieron excavar un pequeño boyo y dejar caer dentro los restos. Esta película era corta. Solamente cinco minutos. La única diferencia con la del Apogeo y Ia del perro es que no habla cruces.
—En la del perro llevaban también capuchas?
—Bueno, no las llevaban siempre puestas. A ratos se las quitaban.
—Y a veces llevaban las capuchas picudas?
—Pero se podia saber quiénes eran por las caras. No eran siempre los mismos.
—Entonces no cree que eran las mismas personas?
—Probablemente, aunque no llevasen las cruces. Unas veces las tenian, otras veces no.
—Llevaban guantes?
—No.
—Con qué clase de cuchillos hacían sus actos?
—Bowie. Esos cuchillos de monte de treinta centímetros. Son los que vi. He visto bowies y un hacha. Una de aquellas personas llevaba un cuchillo bowie a este lado y un hacha a este otro lado.
Si esta información es verdadera, no hay ninguna muchacha, ninguna mujer, ninguna bañista, ninguna autostopista que esté a salvo en la carretera del litoral de California del Sur, mientras toda esta gente no haya sido retirada de Ia circulación.
Con este testimonio finaliza uno de los capítulos más controvertidos en el polémico libro de Saunders, que le valió la fama de fabulador y delirante. Sin embargo, no es descabellado pensar en aquellos años, en pleno resurgimiento de prácticas ocultistas y esotéricas de toda índole, que Manson estuviese conectado con grupos satanistas y se haya iniciado, junto a su familia, en rituales de este tipo, filmándolos. Si tomamos en cuenta la posterior carnicería que lo transformó en uno de los personajes más odiosos y temidos del planeta, el libro de Saunders no peca de sensacionalista ni de exagerado. Acompaña la leyenda sobre la filmografía snuff de la familia Manson, que ésta se encontraría enterrada en algún lugar del Valle de la Muerte.



No es esta la primera vez que se relaciona a este lugar como guardián de los tesoros de la familia y allegados. Tal es el caso de Bobby Beausoleil, miembro activo de la familia y pieza fundamental en la influencia ocultista y esotérica del clan, aún más que el propio Manson. Cuenta la leyenda que, tras una discusión con el cineasta independiente Kenneth Anger, durante el rodaje del film Lucifer Rising, un psicodélico homenaje a Aleister Crowley, Beausoleil abandona la filmación que lo tenía como protagonista y huye con el metraje de celuloide que lo involucraba, para enterrarlo en algún lugar del Valle de la Muerte. De ser esto cierto, el desértico paraje sería la primera y única filmoteca snuff satánica del mundo. Será cuestión de que alguien decida financiar un tour arqueológico al lugar y desenterrar el misterio. Obviamente las especulaciones de Saunders no quedaron sólo entre las páginas de su libro, y corrieron como un reguero de pólvora, encendiendo aún más el fuego de la reciente carnicería mansoniana. La industria cinematográfica tenía allí una fuente de inspiración inagotable, que se tradujo en una invasión de films inspirados en la imagen de Manson y su familia: I Drink Your Blood, Satan Sadist, Simon, King of the Witches, The Manson Massacre, The Death Master, The Love Thrill Murders, entre otros, apuntaban a un público que comenzaría a ser la punta de lanza de una incipiente mansonmanía. Pero hubo una de estas películas que vino acompañada de un aura oscura y maldita, que fue la desencadenante para forjar aún más el mito de films de asesinatos reales. Se filmó en Argentina “donde la vida es barata” y se llamó, simplemente, Snuff.
ALGUNAS ESCENAS DE LAS MÍTICAS MONDO CANE 1 Y MONDO CANE 2



Mondo Cane 1 + 2 Trailer - MyVideo

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